domingo, 22 de mayo de 2011

LOVE STORY - ERICH SEGAL

Revisando una serie de libros que poseo, meses atrás, me encontré con la portada de LOVE STORY, y aunque no soy fanático de las historias de amor, no pude resistir el leérmelo.

La historia se centra en Oliver Barret (joven estudiante de Harvard y gran atleta proveniente de una opulenta familia) y Jennifer Cavilleri (humilde estudiante de música y arte que trabaja como bibliotecaria). A partir de su primer encuentro se desarrolla un maravillosa historia de amor, ternura, sutiles dosis de humor (que te hacen conectarte mas con la historia) y la tragedia, la cual hace una historia mas interesante.

[...] en el mostrador trabajaban dos chicas. Una de ellas alta, del tipo tenista; la otra tipo ratoncillo, con gafas. Opté por la Minnie Mouse con cuatro ojos.

El consumismo y "toda" nuestra sociedad actual han creado en muchos de nosotros un "monstruo" que, aunque suene cursi, al final es vencido por el amor. Todos soñamos con "la pareja perfecta" (esa que nunca se encuentra); alquien que nos quiera, nos desee y además que nosotros deseemos mental, física y sexualmente. Este "monstruo" nos hace desear algo perfecto, sin errores; que seria de nosotros con todo bajo control, sin errores, sin caidas; si la felicidad de vivir, es hacerlo aprendiendo de nuestros errores, mejorando nuestras acciones, saliéndonos de la "línea", aporreando la monotonia. Optar por lo "imperfecto", por lo no calculado, por lo diferente, incluso por lo prohibido; incrementa nuestras ganas de vivir.

[...] (♪) "hay quien le tiene miedo a la unica vida que tiene". Vivir es equivocarse, y amar es amar la "imperfección" de tu pareja, amar es vencer ese "monstruo".

Entre más caídas enfrente el amor, más fuerte se levantará. Al final tu no te casas con un "90-60-90 rubio de ojos azules", te casas con la ternura, la compañía, la comprensión, la confianza, el amor y el apoyo que te brinda esa persona por la cual "mueres" por brindarle lo mismo, y así no sea un "90-60-90 rubio de ojos azules", para ti en un 100 en una escala del 1 al 10. Al final te casas (no quiero decir explicitamente matrimonio) con la persona "imperfecta" que ha destruido en ti ese "monstruo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario